La Importancia de la Escritura
Resumen de Azúcar,
hechos y mitos
Definición del tema. Investigación de la azúcar y sus riesgos en
la salud.
Propósito. Que las personas se interesen por su salud y los riesgos de ingerir
azúcar en exceso.
Destinatario. Público en general
Tipo de texto. Expositivo
Ideas principales del texto o palabras clave. Azúcar, granos, riesgos, salud, hallazgo,
civilizaciones, energía.
Al azúcar se le adjudican
muchos de los males de la alimentación moderna. Pero lo dañino no es el azúcar,
sino el consumirla en exceso. La distinción es importante para poder cuidar
nuestra salud sin dejar de disfrutar del dulce encanto de lo dulce. Sabemos que el maíz rico y nutritivo de hoy es
producto de un proceso de domesticación de una planta bastante menos apetitosa.
Para domesticarla, nuestros antepasados actuaron como criadores, seleccionando
para reproducir las plantas con características deseables a lo largo de muchas
generaciones. Este hallazgo, y otras formas de procurarse azúcar descubiertas
por las primeras civilizaciones, fueron impulsando sin duda por la necesidad de
energía que tiene nuestro cuerpo, y particularmente por la necesidad de glucosa
del cerebro. Ansiamos azúcar y esto permite suponer que nuestros problemas
actuales con el azúcar no radican en el azúcar mismo, sino en el consumo
excesivo. Cuando un químico dice "azúcar", se refiere a una amplia
gama de sustancias, no sólo a la que usamos para endulzarnos el café. La glucosa,
la fructosa y la galactosa, por ser azúcares simples, las asimilamos sin
necesidad de que sean procesadas en el sistema digestivo y por lo tanto pasan
rápidamente al torrente sanguíneo. La fibra, por ejemplo, actúa como barrera
física que retarda la digestión y absorción del azúcar. Por eso los nutriólogos
insisten tanto en incluir en la dieta frutas, cereales integrales y vegetales
en vez de calorías vacías (solo azúcares), como las botanas, los dulces y los
refrescos. Así, los alimentos de bajo IG contienen azúcares que se asimilan
lentamente y por lo mismo tienen un menor impacto en los niveles de glucosa en
la sangre. No hay que satanizar al azúcar, pero
tampoco hay que perder de vista que empezamos el siglo XX (bueno, nuestros
abuelos) consumiendo 10 kilogramos de azúcar al año y lo terminamos con 50
kilogramos por terrícola al año. La culpa es de los chocolates, helados,
galletas, caramelos, pasteles, dulces y refrescos embotellados; en particular
estos últimos se consumen en cantidades espectaculares entre los hombres del
maíz, es decir, en México. Una lata de refresco de 360 mililitros contiene
entre 40 y 50 gramos de azúcar, lo que implica que para endulzarla habría que
ponerle unas cinco o seis cucharadas cafeteras. Según algunos informes, para el
año 2030 el 4.4% de la población —es decir, unos 366 millones de personas—
padecerá diabetes. En 2000 la cifra se ubicaba en 171 millones. El aumento
predicho se atribuye fundamentalmente a cambios en los patrones de consumo y al
aumento de la población de más de 65 años. Ante tal acumulación de evidencia
científica (más la que nos da nuestra propia experiencia), es difícil imaginar
cómo es posible que hasta la fecha no haya una decidida estrategia de salud
pública tendiente a desincentivar el consumo de refrescos. Hay que evitar a
toda costa que los "hombres de maíz" nos volvamos "hombres de
azúcar".
Hola Lzeth Osuna
ResponderBorrarFelicidades muy clara tu tarea y muy profesional.
me ayudo bastante gracias
saludos
Que bueno que te haya servido, esa es la idea de este blog. Saludos.
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